Siempre soñé muchas cosas tontas en infantiles, cosas que ahora parecen estúpidas. Soñé alguna vez que me casaría a los 20 años con mi único primer novio y gran amor, en una iglesia, de blanco, fieles hasta el ultimo día de nuestras vidas, amando a esa persona. Que viviríamos en una casa grande en el campo y que yo siempre estaría en esa casa con mis hijos imaginarios. Eso lo soñé cuando estaba en secundaria o preparatoria, también imaginaba a mi ser amado muy guapo, estilo el príncipe de los videocuentos que veía en esa época, algo de tontería. Quiero saltarme la clase y tipo de novio que agarré todos los años después con una carente educación emocional, una casi invisible autoestima que se sostenía de mi gran timidez, expectativas muy fantasiosas sobre el amor y sin la idea de lo que significa un noviazgo serio a largo plazo. Al final como a las 26 años me puse muy seria, quería algo formal quería todo el paquete, la boda de blanco por la iglesia, la casa, la fidelidad y el amor...
Relatos simples y sueños compuestos.